Desde octubre de 1948 hasta 1951, que se empezaron a construir acequias, canales, desagües, carreteras y caminos de acceso a todas las tierras regadas por el Canal de Montijo, supongamos lo que pudo ser esta calzada en época de los romanos que de saliente a poniente cruzaba España saliendo de Roma hasta Lisboa.
En este recorrido cruzando España pasaba por las fértiles vegas del Plan Badajoz, y en el trayecto de Mérida a Badajoz es donde yo recuerdo esta calzada casi en el estado que la dejaron los romanos, porque hasta que empezaron las obras del Plan Badajoz no se habían hecho modificaciones en la citada vía. Después de pasados 65 años de todo esto, todavía recuerdo cómo era y el firme que tenía dicha calzada, pues nunca vimos charcos, hoyos ni otros tipos de cosas como inundaciones.
Solo en época de lluvias cruzaban los arroyos y riachuelos pues no existían puentes.
Después de pasados 65, años ahora pienso que yo dormí dos años en una habitación construida en un solar por donde 2000 años antes pasaron las legiones romanas para continuar la ruta que les conduciría a Lisboa. Aclaro por qué dormí en dicho solar en el año 1947 y 1948. El Instituto Nacional de Colonización construyó 40 barracones para alojar a los colonos hasta que se iban construyendo las casas de los pueblos como Valdelacalzada, Guadiana del Caudillo y Pueblonuevo, para después ocupar cada colono su casa. Cuando digo que dormí dos años en dicho solar es porque el barracón que ocupó mi padre se construyó encima de la calzada romana. Por esas fechas ya empezó su destrucción.
A partir de 1951 ya no se respetó nada a dicha calzada, pues se hicieron toda clases de obras, canales, carreteras, sifones, pasos y avenidas como en Puebla de la Calzada.
Tengo en el recuerdo una vivencia. Cuando yo tenía 14 años fui con mi padre a la feria de Mérida. Por aquella época se hacía un rodeo parecido al de Zafra. Se compraban, se vendían o se cambiaban toda clases de animales. Dicho rodeo se hacía al salir del puente romano pues había una gran extensión de terreno, hoy todo urbanizado y con grandes avenidas y muchos edificios públicos como el hospital, televisión extremeña, estación de autobuses, palacio de congresos y muchos edificios como hoteles y grandes superficies comerciales.
Este viaje a Mérida con mi padre fue el día 3 de septiembre de 1949. Salimos de Valdelacalzada a Puebla de la Calzada. Pasamos por Torremayor, La Garrovilla y cruzamos el río Guadiana por un badén que había próximo a la estación de Aljucén y ya cogimos dirección al citado rodeo, junto al puente romano, siempre por la calzada romana. Recordemos que hasta que empezó el regadío en toda la zona, el río Guadiana, se pasaba por muchos puntos de su recorrido. Siguiendo la citada calzada dirección de Valdelacalzada a Badajoz y Lisboa, cruzaba la actual carretera Badajoz a Mérida por la finca de Torrebaja, al cruzar la rivera de la Alcazaba, unos cien metros más arriba del puente en la estación de Talavera, para seguir por donde están los poblados de Novelda, Sagrajas y Gévora para después de pasar por Badajoz y entrar en Portugal.
Es posible que hoy, todavía próximo a Sagrajas, pudiera quedar algún trozo de calzada en el estado primitivo con el firme que la conocí y aun la recuerdo, sin barro ni charcos, con una grava muy fina y con arena muy gorda.
Desde el año 1948 hasta 1955 al 1960 que empezamos a ver la mecanización y el progreso de tractores, coches y maquinaria agrícola por esta vía, vimos pasar a los trabajadores que hacían la vida en chozos, cortijos y cabañas de una extensa zona desde Montijo y Puebla hasta cerca de Badajoz. Eran mozos de mulas, pastores, porqueros o encargados del cortijo, porque la mayoría de las fincas eran importantes. Prueba de ello es que desde Guadiana o Valdelacalzada hasta Gévora todos los pueblos están construidos en fincas importantes expropiadas para los nuevos regadíos. Todos estos trabajadores, que hemos citado, por aquellas fechas cada quince días hacían la llamada “quincena”, que consistía en venir en semanas alternas del cortijo al pueblo. Empezaban a pasar a las once de la mañana hasta las 4 o 5 de la tarde del sábado, para volver de regreso el lunes con viandas y comestibles disponibles para quince días. Estos trabajadores hacían el camino, hombres y mujeres, en carros, mulas, burros y andando.
Cuando estuvo establecido el regadío en la zona, estos obreros pasaron a trabajar al regadío.
A día de hoy, agosto de 2013, lamento no tener material fotográfico para ver imágenes de cómo era dicha vía romana, pues hace 65 años no disponíamos de las cosas de hoy.
Hoy con 77 años cumplidos, disfrutando de mi jubilación junto a todos los míos, recuerdo con nostalgia aquella lejana época en la que todavía no se había empezado a construir el Plan Badajoz.
Agosto de 2013
Juan Dominguez Núñez
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